El pastelero catalán Lluís Riera junto con Miquel Alari, en la reconocida pastelería Cacau en Olot (La Garrotxa), han dejado al mundo boquiabierto con su última creación: el Monumento de Cacao. Con un peso imponente de 200 kilos, esta escultura de chocolate ha sido erigida como un símbolo de protesta y concienciación.
La elección de este monumento de cacao no es casualidad, sino una respuesta directa a la realidad que enfrenta su municipio. Olot, conocida como la capital de la industria porcina en Cataluña, enfrenta diariamente el sacrificio de unos 16.000 animales. Para transmitir este conflicto, la obra maestra culinaria se presenta en forma de un camión llamado Transporcs, lleno de cerdos con expresiones de sufrimiento en sus rostros, simbolizando el viaje hacia el matadero.
Este año, la mona más grande de Cataluña no solo es una exhibición de habilidad culinaria, sino un llamado a la reflexión sobre la relación entre la industria porcina y la comunidad local. Cacau Pastisseria, reconocida por sus elaboradas creaciones de Pascua, ha estado elevando el listón año tras año. Desde hace 16 años, cada nueva creación es aún más grande y más impactante que la anterior.
El apoyo de la comunidad local ha sido fundamental para hacer posible estas obras monumentales. Los vecinos de Olot han demostrado su solidaridad comprando monas más pequeñas, lo que ha permitido financiar estas impresionantes esculturas culinarias y llevar un mensaje contundente sobre la importancia de la conciencia alimentaria y el respeto hacia los animales.
Los orígenes de la Mona
El nombre proviene de la munna o mouna, término árabe que significa "provisión de la boca", regalo que los moriscos hacían a sus señores. La mona es un postre de gran tradición en Cataluña, pero también en todo el Mediterráneo.
Tradicionalmente, los padrinos regalaban la mona a sus ahijados el Domingo de Pascua, después de misa. Sin embargo, sigue siendo habitual que el Lunes de Pascua se reúnan varias familias o un grupo de amigos y vayan a comer la mona juntos a algún lugar al aire libre.
En muchas poblaciones, las pastelerías compiten para exhibir en su escaparate la escultura de chocolate más espectacular, que puede ser una maqueta de un edificio, una figura de un personaje popular o un conjunto de tartas con figuras de chocolate o guirlache.