En la recta final de la campaña de las elecciones vascas, y con las últimas encuestas con resultados muy parecidos, todo parece indicar que se va a producir un empate técnico entre PNV y EH Bildu. Mientras que los votantes peneuvistas parece que están casi dormidos, solo la victoria del Athletic en la Copa del Rey les ha sacado a la calle - en eso confían los líderes del PNV-. La izquierda abertzale son conscientes de lo que puede significar para ellos estas votaciones, y se han movilizado de lo lindo pese a que los peneuvistas les ganan por un punto. Estos conseguirían siete y ocho diputados, respectivamente.
Como viene siendo habitual en los últimos comicios, los socialistas tienen la llave para la formación del nuevo gobierno. Según algunas encuestas, la candidatura Eneko Andueza perdería unos 23.107 votos, el PNV 67.000 y la gran subida es para EH Bildu que consigue 155.760 ¿Qué postura adoptarán los socialistas? La de la moderación como siempre han practicado; apoyar al PNV, formando parte del gobierno que no le ha ido nada mal, aunque bien es cierto que no ha marcado perfil propio. Quizás porque el apoyo del PNV al gobierno de Sánchez le ha frenado, cosas de los pactos.
Pese a todo lo que le está sucediendo al PSOE, los escándalos y la ley de Amnistía, en el País Vasco se ve bien la aplicación de la misma. Los socialistas vascos no han sufrido el desgaste que le está pasando factura en otras comunidades, como se ha visto en los casos de Valencia, Baleares y Aragón. No ocurre lo mismo con Sumar y Podemos, que parece que no van a conseguir entrar en el parlamento y sus votos irán a parar a Bildu.
El PP parece que consigue unos 45.000 votantes más que en las anteriores, lo que significa uno o dos diputados más. La duda es si VOX conseguirá mantener el único diputado que tenía hasta ahora. Solo cabe esperar el recuento de las urnas una vez finalicen las votaciones.
Lo interesante de estas elecciones son la subida de Bildu, el no descalabro socialista y la pérdida de votos del PNV. No obstante, hay una tradición de pactos, sin estridencias, sino con un fin práctico, y es meritorio que esto siempre haya ocurrido. Las formaciones son muy pragmáticas, se dejan de tonterías y si hay que pactar se pacta. En estos momentos, porque aún no toca, los socialistas no apoyarán un gobierno de EH Bildu,porque sería pegarse un tiro en el pie. Los abertzales son conscientes de que ahora no toca que den ese gran paso que tendrían que hacer los socialistas, internamente lo asumen, otra cosa bien distinta será dentro de cuatro años. En cuatro años pueden pasar muchas cosas y las bolas de cristal no son muy creíbles. No obstante, como decía Gandhi, “el futuro depende de lo que hacemos en el presente”. Bildu lo sabe y el PNV también, Todos son conscientes de los que les viene encima, incluido el PP.