En un mundo cada vez más impregnado de innovaciones tecnológicas, la delincuencia se adapta a la era digital, creando métodos más sofisticados para estafar a las personas.
De hecho, la Guardia Civil ha lanzado una alerta sobre una modalidad de fraude que fusiona la ciberdelincuencia con la manipulación de cajeros automáticos, conocida como la estafa del cajero.
Para ello, los estafadores tan solo necesitan un número de teléfono y un código pin que recibirá la víctima y que intentarán conseguirlo utilizando cualquier excusa.
En es caso de este vídeo de Instagram, el delincuente se pudo en contacto con la víctima porque estaba intentando vender un coche y el supuesto comprador intentaba hacerle un bizum de 500 euros para comprarlo.
En la misma llamada, le llegaba un mensaje alertándola de que no podía recibir el bizum en cuestión y el estafador le proponía hacerle un ingreso bancario, pero que necesitaba un código pin que llegaría a su teléfono, a lo que la compradora accedía sin saber que en realidad le iban a retirar el dinero.
Más allá de esta técnica, también suelen enviar mensajes de texto simulando ser la entidad bancaria, enlazando un link para "solucionar los problemas".
Ese mismo enlace nos lleva a una falsa página web, en la que los delincuentes solicitan a las víctimas que proporcionen un código que les llegará a través de un mensaje de texto, argumentando la necesidad de resolver una supuesta incidencia.
Sin embargo, lo que realmente hacen los estafadores con este código es aprovechar una función ofrecida por algunas entidades bancarias que permite realizar retiros de efectivo en cajeros automáticos sin necesidad de utilizar una tarjeta física.
Utilizando este método, los estafadores pueden retirar hasta 200 euros por código, el límite establecido para este tipo de operaciones.
¿Qué medidas tomar ante esta amenaza?
La Guardia Civil enfatiza que los mensajes legítimos de entidades bancarias nunca incluyen enlaces que redirijan a páginas web.
Por lo tanto, recomiendan encarecidamente no seguir ningún enlace sospechoso. Asimismo, recuerdan a los usuarios que los bancos nunca solicitarán información confidencial como contraseñas, códigos PIN o datos personales a través de mensajes de texto, llamadas telefónicas o correos electrónicos.
Ante la recepción de un mensaje de este tipo, se aconseja ignorarlo. En caso de duda sobre su legitimidad, lo más prudente es comunicarse con la entidad bancaria a través de sus canales oficiales, como el servicio de atención al cliente telefónico, antes de proporcionar cualquier información.
Si se ha accedido a una página que parece ser del banco pero se tienen dudas sobre su autenticidad, se pueden verificar detalles como la URL de la página web. Cualquier irregularidad en la URL o la ausencia de una conexión segura son señales de alerta que deben tomarse en serio.