Un gran castillo de fuegos ha cerrado las Fiestas de Primavera de este año. Ha sido el estallido final después de una tarde de fuego, de chispas y de pólvora. Como es tradición, los grupos de diablos de L'Hospitalet de Llobregat han sido los protagonistas del Correfoc que ha recorrido diferentes calles en torno a la plaza del Ayuntamiento.
La Nit de Foc ha comenzado con la tabalada que ha recorrido la rambla de Just Oliveras, la calle Mayor y la plaza del Ayuntamiento. A continuación ha tenido lugar el correfoc por diferentes calles del casco antiguo y finalmente, la plaza ha vibrado con un espectacular castillo de fuegos artificiales.
Se ha puesto fin así a cuatro intensos días de actividad festiva y cultural en las calles, en las que las entidades y la ciudadanía han sido protagonistas.
Acto de clausura de las Fiestas de Primavera de l’Hospitalet de Llobregat
Las Fiestas de Primavera ofrecen un programa de actividades que destaca por la oferta de música en la calle y artes escénicas, así como la cultura popular, las tradiciones y una variedad de actividades pensadas para todos los públicos. El programa incluye también las propuestas del día de Sant Jordi, que volverá a llenar la rambla de Just Oliveras de tradicionales puestos de libros y rosas.
Más de 4 décadas de tradición
Las primeras fiestas de primavera se celebraron el 1980 en Can Buxeres, abriendo el camino a lo que más tarde acabaría por nacer como una nueva fiesta ciudadana con vocación de Fiesta Mayor.
En las primeras fiestas había actos centrales con actuaciones al aire libre, con grandes conciertos de música con intérpretes del momento, también actos participativos de cultura tradicional y popular, como sardanas, grupos o canto coral, fuertemente arraigados en la ciudad. También propuestas hechas a partir de los nuevos colectivos ciudadanos, como el concurso de cocteleria, los de fotografía, y los del asociacionismo deportivo: concurso de patines, día de la bici, baloncesto y ajedrez, entre otros.
Las primeras fiestas tuvieron una estrecha relación con las antiguas ferias de rosas y libros y poco a poco se iban incorporando actos en todas las bibliotecas de la ciudad, exposiciones y charlas en las recien inauguradas aulas de cultura en los barrios, o los actos en los nuevos centros culturales como el museo, Alexandre Cirici y el Auditori Barradas.