Salvador Balliu, en archivo

Absuelto el alcalde de Caldes de Malavella tras su incidente con unos okupas

Salvador Balliu usó un hacha para ahuyentarlos e intentar echarlos de su casa, y fue filmado por ellos mismos

El alcalde de Caldes de Malavella, Salvador Balliu, ha sido absuelto por el juzgado de instrucción 4 de Santa Coloma de Farners en relación con un incidente que tuvo lugar el 19 de abril de 2022. En este episodio, Balliu fue acusado de tener una actitud violenta hacia unos okupas en una vivienda de su propiedad.

La sentencia judicial, emitida tras un análisis exhaustivo de las pruebas presentadas, concluyó que el vídeo viral del incidente no demostraba una actitud violenta por parte del alcalde. Aunque en las imágenes se veía a Balliu con un hacha en la mano, según el juzgado, fue uno de los okupas quien mostró una actitud agresiva al empuñar un palo de forma amenazante hacia el alcalde.

El contexto del enfrentamiento se remonta al ingreso de una madre y sus hijos mayores de edad a una casa propiedad de Balliu. Tras un desahucio previo, los okupas accedieron a la vivienda el 7 de abril de 2022 y se comprometieron a abandonarla el día 15, pero no lo hicieron. Cuando el alcalde se presentó el 19 de abril para cambiar la cerradura, se encontró con los okupas en el interior, desencadenando el conflicto.

La defensa de Balliu, liderada por su abogado Carles Monguilod, solicitó la absolución argumentando que el alcalde se defendió ante una situación intimidatoria, tomando herramientas de su vehículo al sentirse amenazado por los okupas.

La sentencia absolutoria destaca que las versiones de los hechos son contradictorias, ya que los okupas afirmaron que Balliu avanzó hacia ellos con el hacha, mientras que el alcalde aseguró que los denunciantes salieron primero con un palo, momento en el que él cogió las herramientas de su furgoneta para defenderse.

El juzgado resolvió que no existían pruebas suficientes para atribuir al alcalde una conducta agresiva, ya que las imágenes del vídeo y los testimonios presentados no demostraban una acción violenta por parte de Balliu. La sentencia, aunque no es firme y puede ser apelada ante la Audiencia Provincial de Girona, representa un giro en este caso que ha generado atención mediática y debate en la opinión pública local.